Este es la pregunta a que hemos intentado dar una respuesta en la reunión de jóvenes del pasado sábado. Desde luego, no hemos buscado una respuesta abstracta, elevada sino una respuesta “tangible”, una respuesta que tenga sentido para nuestra vida diaria. La conclusión ha sido que la salvación contiene 3 etapas: 1. El juicio de Dios – El Salmo 98 es todo un salmo de alegría y la razón por la alegría la encontramos en el versículo 9: “porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud.” Es verdad que para nosotros el juicio no tiene mucho que ver con alegría sino con el miedo porque según la forma de pensar romana (que también nos define a nosotros) el juicio es visto como un castigo pero para los judíos el juicio es sinónimo con integridad. El juicio saca todo a la luz, te da la oportunidad de verte como eres en realidad y esto…es bueno, porque: “la verdad os hará libres” (Juan 8:32) 2. El perdón – Jesús le dijo a la mujer sorprendida en el acto de adulterio: “Ni yo te condeno; vete y no peques más.” (Juan 8:11). Obviamente Jesús no dudo de que ella a cometido un pecado pero a pesar de lo que ha hecho y su miseria, El le ha perdonado. 3. Enseñar como vivir – Todo lo dicho antes no vale mucho si la persona no cambia en su vida. Hay que aprender como vivir de una nueva forma y madurar como cristiano. Bien, pues queda otra pregunta: “De que nos salva Jesús?”.