Celebración eucarística: Domingos a las 11:00h - ¿cómo llegar?

De mi propia pluma (II)

Lc, 14; 12-14: Hay que buscar las verdaderas riquezas.

En este fragmento Jesús habla a alguien que le había invitado a un banquete y le dice que, cuando los organice, debe invitar a aquellos que no pueden devolver el favor, es decir, a los pobres. Para la lógica en la que nos movemos, incluso para el sentido común, el punto de vista de Jesús no tiene sentido. Si invitas a alguien a un banquete esperas que no sea un aprovechado, y que corresponda de alguna manera. Cuando nos invitan a una boda los novios esperan que, en mayor o menor medida, los invitados les demos un regalo o dinero. Es lo lógico y lo que impone la cortesía.

Nos olvidamos de que Jesús no dice exactamente eso. Jesús está hablando con un señor rico (uno de los privilegiados de su época que podía dar banquetes) y le dice que debe ser generoso. No porque sí, sino por su bien. ¿Qué es lo más importante en nuestras vidas? Se supone que debería ser Dios, pero para algunos es el dinero. A esos que están atrapados en el dinero Jesús les dice que deben liberarse, no darle la importancia que tiene, y dar sin esperar, porque el que provee es Dios. Confiar en Dios y compartir pensando que Dios proveerá, liberarnos de la obsesión por algo, en este caso el dinero: eso es lo que creo que quiere decir. Estas palabras no se las dice a los pobres, que no tienen nada y nada pueden compartir, sino a los ricos, que temen perder dinero. Los ricos (y hoy en día es rico todo aquel que tiene un cierto trabajo y estabilidad), tienen la responsabilidad de aliviar y animar a los que son pobres a su alrededor. No es una cuestión de caridad mal entendida, de limosna: es lo que debe ser, lo que Dios quiere. En otra parte de la Biblia dice que nos busquemos un tesoro en el cielo. A eso nos anima, y nos recuerda: centraos, lo importante no es lo que vosotros consideráis necesario, sino Dios. . Ama y haz lo que quieras. Centraos en el amor de Dios y podréis tener una fortuna de amor para compartir. Nunca para quedárosla.

No Response to “De mi propia pluma (II)”

Comments are closed.

Upcoming Events

view all upcoming events