De mi propia pluma (V)
Lc, 22; 1-6: ¿Qué fue lo que le pasó a Judas?
¿Qué fue lo que le pasó a Judas? ¿Por qué entregó a Jesús? Resulta tan extraordinario, que a Lucas, al autor del evangelio, solo se le ocurre pensar que algo terrible e inexplicable le sucedió: que Satanás había entrado en él. De otro modo, el evangelista no entiende que alguien que había caminado con Jesús, comido y vivido con él… en fin: que alguien que le había seguido desde el principio y que era uno de los doce, uno de su grupo selecto, le pudiera traicionar.
La traición de Judas llama la atención por su misterio, y durante la historia del Cristianismo su figura ha sido denostada por lo que hizo. Se le afea, además, que le entregara con un beso, y que al final se suicidara. En los relatos basados en la Biblia siempre ha quedado como un traidor, un “pesetero” que vendió a su maestro por un puñado de monedas, y un cobarde que al final no supo afrontar lo que había hecho.
En los tiempos modernos su figura ha resurgido y algunos han querido ver en su acción, curiosamente, razones heroicas. Se ha dado la vuelta a la tortilla y Judas ha pasado de ser un traidor a ser el único que entendió el mensaje de Jesús. Parece sorprendente ¿no? Pero es lo que se ha buscado en algunos relatos modernos de la Pasión. Así, en “Jesucristo Superstar”, la famosa ópera rock de los años 70 que tanto nos influyó a los que hoy peinamos canas, Judas le echa en cara a Jesús una y otra vez que no haya llevado a cabo su revolución, que no haya aceptado el poder que tiene sobre la gente para promover una revuelta en contra de los romanos. Por eso le canta aquello que tan raro suena en la traducción en castellano de: “Jesucristo,/ Jesucristo,/ ¿de qué ha servido/ tu sacrificio?”. También en una conversación que tienen ambos (siempre en la misma ópera rock “Jesucristo Superstar”) Judas se enfrenta a él y le dice que tiene motivos para entregarle, y que si no le entregara, él, Jesús, no podría completar su sacrificio. En los últimos años del siglo pasado (o principios de éste, no recuerdo con exactitud), los investigadores encontraron un texto copto que también busca redimir a Judas: “El evangelio de Judas”. Es un texto muy alejado de las tradiciones más primitivas y certeras de los apóstoles (fue escrito en copto, no en griego, cuando ya habían pasado varios siglos de la muerte de Jesús, y sin duda su grado de verdad es muy cuestionable), pero es interesante cómo nos presenta la figura de Judas: según el texto, era el único apóstol que cumplió la voluntad de Jesús.
En fin: la lista de obras que “salvan” la acción de Judas posiblemente podría continuar, pero basten estas dos como muestra de un personaje misterioso y controvertido.
En mi opinión, esta tendencia de ver a Judas como “bueno”, como “un pobre hombre con grandes ideales víctima del momento dramático en el que vivió”, “un muñeco manejado por los hilos del destino que, a su vez, mueve Dios” (un Dios que, por otra parte, en toda la tragedia de la Pasión, según algunos, no sale bien parado, pues no hace nada por evitar la muerte de su hijo), lo único que persigue es intentar, de nuevo, justificarnos a los pecadores. Porque Judas no fue el único que le falló a Jesús, y sería muy interesante ver cuál hubiera sido nuestra reacción, nuestro “papel” en el drama de la muerte de Jesús, de haber estado ahí. Tal vez hubiéramos sido traidores, como Judas, o unos cobardes valentones, como Pedro, que hablaba mucho y después salió corriendo como los demás apóstoles y discípulos, que dejaron solo a su maestro en el momento decisivo. Porque, no lo olvidemos, todos traicionaron a Jesús en esa hora. Todos lo dejaron solo.
Tal vez el pecado de Judas fue, efectivamente, que entendió mejor que los demás lo que Jesús quería, y tuvo miedo. ¿Y si lo consigue y nos salvamos todos? ¿De qué servirían todos los sacrificios y todas las grandes obras que hacemos los creyentes para acercarnos a Dios? Tal vez, en efecto, comprendió las últimas consecuencias del plan de salvación de Jesús, tuvo miedo a que se hiciera realidad, y no lo soportó.
Pero claro, eso, como lo que he escrito antes sobre “Jesucristo Superstar”, solo son especulaciones, esta vez mías. Lo que realmente sucedió quedó entre Judas y Dios. Trinidad distance calculator . Amén.
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